Las imagenes publicadas ahora son impresas en grande y dominan ciertas habitaciones, como en la casa de Carlos Casella (L) que tiene dos y ya va por la tecera!
Y cada foto impresa atrae, literalmente, a algún otro angurriento que tambien quiere una. Yo también quiero una. Cada vez que voy a bucar una impresión, me impresiono.
Supongo que ésa es la impresión que tiene un padre con su hijo cuando Carajo, qué grande está